Tiene que haber muchos candidatos para el premio del peor trabajo del mundo y, en este caso estoy mirando muy cerca de casa, pero uno de mis candidatos tiene que ser el de la señorita que me llamó recientemente por la noche a mi casa. Como todos, la mayoría de las llamadas que entran en mi casa por las noches, son comerciales, alguien queriendo venderme un nuevo servicio de telefonía o una nueva conexión de ADSL, son muy comunes estos días. El otro día me entró una llamada de una señorita representando una empresa estadounidense, llamada MBNA, que parece que quiere establecerse en España emitiendo tarjetas de crédito, otra tarjeta más para que nuestros bolsillos y carteras estén más completos.
La pobre señorita no pudo explicarme por qué necesitaba otra tarjeta más, añadida a las que uno ya tiene y las muchas que uno ha tirado a la basura. Si no son las Visas o las Mastercards, son las tarjetas de las tiendas VIPs o las de El Corte Inglés, o de las gasolineras.
Seguro que pronto tengamos la tarjeta Salmón que, además de su color preferido en nuestras carteras, nos ofrecerá descuentos en toda clase de establecimientos. Espero no tener que ser la persona llamando por las noches para ofrecerla.
En El Blog Salmón | Los comercios y las tarjetas de crédito