La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de la pequeña y mediana empresa (CEPYME) han anunciado una propuesta que parece que han hecho saltar las críticas, de lo que muchos están llamando ‘la supresión de los puentes’. Lo que entiendo que están pidiendo la CEOE y la CEPYME es que se pasen nueve de los doce días festivos que existen para que se disfruten el lunes o el viernes. Esta propuesta sigue lo que existe en Inglaterra donde gran parte de sus días festivos siendo lo que ellos llaman Bank Holiday Monday, que son los lunes y que son festivos para todos, no sólo para los trabajadores de banca.
No sé si es porque a la gente no les gustan los cambios, porque se ha presentado como que ‘quieren suprimir los puentes’ o que piensan que es una maniobra encubierta para reducir el número de festivos que ha hecho que casi todo lo que se está oyendo son críticas a esta iniciativa que, no sólo no es mala pero, al contrario, es una iniciativa muy buena.
Estoy suponiendo que lo que hay detrás de esta iniciativa no es que buscan reducir los días de festivo a lo largo del año, eso por lo menos es lo que dicen. Si lo que buscan es reducir los días de festivos, ese es otro tema y, si es criticable, debe ser por eso y no por cambiar el día de la semana en que se disfruta. Teniendo en cuenta que, en España, hay más de estos días libres que en el norte de Europa, quizás hay que pensar que se deben reducir, aunque yo prefiero que se resuelva el problema de la baja productividad en España antes de alargar el año laboral del trabajador español, que ya trabaja demasiadas horas al año por unos sueldos promedios relativamente bajos.
Tampoco hablaré de las razones religiosas por mantener la situación como está, por ejemplo, de que el jueves santo debe tomarse el jueves. Aquí hablamos de política económica y no de temas religiosos y no creo que en Reino Unido son menos religiosos que aquí por el mero hecho de que pasan muchos de sus días festivos al lunes. España, siendo un país donde, en teoría, existe una separación de la religión con el Estado, como consecuencia, para cumplirlo quizás debemos eliminar todos los festivos religiosos y reemplazarlos por otros distintos. ¿Por qué no el Día de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez?
El cambio del día de festivo al lunes o al viernes, en principio, no tiene ninguna desventaja para el trabajador, que recibe los mismos días festivos, para la empresa serán los mismos días cerrados, y para el país también serán los mismos días libres.
Para el trabajador, el cambio no necesariamente resulta en la pérdida de su puente, es decir, de disfrutar de cuatro días libres seguidos. Tras el cambio del día festivo, por ejemplo al lunes, el trabajador puede tomar el viernes o el martes de sus vacaciones, como antes tomaba el viernes o el lunes para disfrutar igual de los cuatro días libres. Mejor, para los trabajadores que no quieren tomar un día de vacaciones, disfruta de tres días seguidos, y no, por ejemplo, el jueves para luego tener que volver al trabajo el viernes, antes del fin de semana.
Para las empresas, tienen los mismos días de festivos sin trabajadores pero tiene trabajadores más descansados con sus tres días seguidos, y no hay que olvidar que los empresarios y directivos también necesitan sus días de descanso para recargar. Además, ganan en productividad ya que, de los trabajadores que no toman el puente entero, después de un jueves festivo y con el fin de semana a la puerta, el viernes es un día de mucho menos productividad que lo normal.
Para el sector del turismo, que tanto está criticado las medidas, los tres días seguidos son mejores que el uno más dos y no tienen por qué ver menos puentes de cuatro días que antes. Como dije anteriormente, puedes disfrutar de tres días seguidos, cuatro, o más, ¿cuál es el problema?
En El Blog Salmón | Propuesta de la CEOE sobre los puentes: en contra de estos cambios