¿Puede un hedge fund ayudar a elegir estudios universitarios? Nadie diría que para la elección de los estudios universitarios un hedge fund puede dar consejos, pero si se trata de un hedge fund que se dedica a invertir en préstamos para estudios puede que sea distinto.
Los préstamos para estudios en Estados Unidos superan los 241 mil millones de dólares, más que el dinero prestado por las tarjetas de crédito. En añadidura, tras una reciente reforma hecha por parte de la administración Bush, los préstamos para estudios no es una deuda de la que uno pueda librarse declarándose en quiebra, lo que si se puede hacer con las hipotecas.
Así que un hedge fund que invierte en este tipo de activos sabe de lo que habla. Y su consejo es el siguiente: toma la menor cantidad posible de préstamos de estudio y estudia algo cuyas habilidades sean demandadas en el mercado. Ve a una universidad barata y estudia informática o enfermería. Si vivimos en una economía basada en habilidades lo importante es tenerlas para el mercado laboral.
Hace tiempo conocí a un amigo de un amigo que estaba cursando la doble licenciatura en Administración y Dirección de Empresas y Derecho. Su plan era que cuando acabara la doble titulación quería obtener la Licenciatura en Economía, ya que en su universidad le convalidaban solo con unas pocas asignaturas que podía cursar en un año. Según él cuando fuera trilicienciado las empresas se lo rifarían.
En mi opinión el aspirante a trilicenciado estaba equivocado. Las empresas no lo iban a contratar porque tuviera una carrera más o menos. Las empresas lo iban a contratar porque supiera hacer algo. En general cuando alguien paga a alguien no es porque esa persona tenga muchos papeles enmarcados, sino porque le presta un servicio.
Existen dos tipos de servicios por los que la gente paga, por aquellos que la persona que paga no tiene tiempo para hacer y por aquellos que la persona que paga no es capaz de hacer. La ayuda doméstica, cuidado de los hijos o secretaría, son ejemplos típicos de algo a lo que se contrata a alguien porque no tenemos tiempo para hacerlo. Fontaneros, peluqueros, abogados o médicos son profesionales a los que contratamos porque no sabemos hacerlo, ya sea arreglar un grifo o hacer e interpretar una ecografía.
Obtener una tercera carrera en ese caso no iba a proporcionar habilidades adicionales que fueran más apreciadas en el mercado laboral. No es que quiera desanimar a nadie de hacerlo, pero creer que sólo por tener tres licenciaturas (dos de ellas muy parecidas) vamos a ser el rey del mambo en el mercado laboral es engañarse a uno mismo.
Probablemente ese año adicional hubiera estado mejor empleado en obtener una habilidad que se pudiera vender en el mercado. Hay gente que afirma que “pero si hay que elegir entre dos candidatos iguales optas por el de las tres licenciaturas? Puede que sí, pero pregunta a los expertos de selección ¿cuántas veces han tenido que elegir entre dos candidatos exactamente iguales? No se trata de elegir entre un ford rojo y un ford azul, sino entre dos personas. Y no recuerdo nunca dos personas que me dieran la misma impresión. Así que me inclino por el consejo del hedge fund, algo que puedas vender.
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Vía | WSJ
Imagen | Ricardo Diaz