Dentro de poco el Gobierno de España celebrará su segundo aniversario (ayer se cumplieron dos años desde las elecciones, pero hay unos plazos para formar Gobierno). Y desde el minuto uno se habló de la reforma de los festivos para ayudar a la productividad nacional.
Sin embargo hay muchos intereses: iglesia, que no quiere que sus festivos se trasladen; sindicatos, que no quieren que se mueva el 1 de mayo; el sector del turismo no quiere que los festivos se muevan a los lunes o viernes, ya que prefieren puentes más largos...
El Gobierno lleva dos años deshojando la margarita de si cambia la ley y mueve los festivos a los lunes o viernes, ya que haría mucho más efectivo el trabajo. Todos hemos visto en alguna ocasión empresas a medio gas porque uno o dos festivos caen entre semana. El sector del turismo presiona fuerte, pero realmente esto sólo fomenta el gasto interno, no tiene efectos sobre la llegada de turistas extranjeros que son los que están soportando el sector. ¿A qué espera el Gobierno para tomar una decisión?
Pues el próximo año no habrá un nuevo calendario modificado. El Gobierno piensa que los festivos tradicionales caen muy bien (sólo el uno de mayo y el uno de enero caen entre semana) y deja el calendario laboral como siempre. ¿Por qué siempre acaba decepcionando este Gobierno? Que tome una decisión, en un sentido o en otro, pero que deje de rumiar tanto las decisiones.
Más información | Calendario laboral 2014 (BOE, pdf) Imagen | Claudio.Ar