El escenario económico continúa siendo incierto, y por tanto, aquellos agentes económicos con excedente de ahorro siguen sin encontrar posibilidades de ahorro adecuadas, es decir, opciones de inversión que les reporten rentabilidades interesantes a un nivel de riesgo moderado. Dentro de esta situación, no deja de cebarse la burbuja del oro alcanzando un nuevo máximo en los 1.412,57 dólares la onza.
Este fenómeno no es exclusivo para el ‘metal amarillo’, sino que también hay metales preciosos como el Paladio que se negocia a 412,75 dólares la onza, su nivel más alto desde el año 2001.
Esta situación, según los analistas se va a producir durante muchos meses más, al menos hasta que se produzca el alza de los tipo de interés de las principales monedas de referencia, y se disipen los rumores existentes sobre la deuda soberana, para que el inversor se pueda encontrar más tentado a seguir otras estrategias de inversión.
Si analizamos brevemente la razón existencial de las distintas burbujas en las dos últimas décadas, nos encontramos con un denominador común, la rentabilidad ‘anormalmente típica’ de los activos subyacentes de la ‘burbuja’ en comparación con otras opciones de inversión. Al menos esto fue lo que sucedió con el precio de las acciones de las compañías .com, y con el alza de precios de la vivienda en los años del ‘boom inmobiliario’.
Hay muchos que predicen que el precio del oro es una nueva burbuja, y que su escalada de precios se romperá en algún momento, pero creo que aún queda recorrido.
Vía | Reuters
En El Blog Salmón | Invertir en oro, ¿si o no?
Imagen | kozumel