Siempre me ha gustado mucho el género epistolar, ya sabéis, ese en que la obra literaria se articula alrededor de un conjunto de cartas. Supongo que me resultan similares a los posts de un blog. Entre mis favoritos podría citar Frankenstein o Las amistades peligrosas, o Cartas de mamá, si hablamos de obras de ficción. Me costaria más decantarme por las obras de ensayo, que también las hay, pero tengo claro que algun editor avezado podría sacar un dinerillo con una antología epistolar financiera, dándole un lugar de preeminencia al conocido autor José María Ruiz Mateos, de la que se hizo eco Remo.
Pero si tiro de memoria, mi primer recuerdo epistolar esta vinculado a las lecturas del Nuevo Testamento en misa, y concretamente a esa colección de cartas de San Pablo a las comunidades cristianas de gentiles. Pues lo que es la memoria, que me ha venido ese deja vu en cuanto he leído el titular y la entradilla de esta noticia de Expansión: Santander pide cambios legales para ayudar a los hipotecados con problemas.
El consejero delegado de la entidad, Alfredo Sáenz, remitió el martes una carta al presidente de Asociación Española de banca (AEB), Miguel Martín, en la que solicita que la patronal “haga lo posible para apoyar o impulsar medidas que favorezcan la normalización del sistema hipotecario y minimicen el impacto social que genera en este momento”.
Salía publicado un día después de la noticia que Remo os comentó ayer acerca de la moratoria en el cobro de los hipotecarios por el Santander. Y ante la duda sobre la bondad o no de dicha medida, la de hoy resaltaba los pararelismos con las cartas de San Pablo. San Alfredo se había caído del caballo bancario, había visto la luz (¿la del 15M?) y ahora, en tiempos de zozobra como los de los primeros cristianos, se dirigía a los hipotecados, por persona interpuesta en la AEB, para darles fe y esperanza. Pues no.
Póngamonos serios. Coincido con el análisis de Remo sobre el golpe publicitario del Santander. Y en el caso que nos ocupa, parece que el que redacta los titulares en Expansión es empleado del Banco (que tiempos aquellos de Castellanos). Alguien que sabe muy bien que en este país buena parte de los lectores no pasa de los titulares y se hace una idea, su idea, de qué va el texto (que se lo digan a Remo) Así que veamos en que consiste dichos cambios legales y en que consiste dicha ayuda, que se resume en cuatro puntos:
- Que se establezcan medidas que aligeren las cargas que llevan adosadas (fiscales, notariales o registrales) las renegociaciones de hipotecas, en la que “las entidades están haciendo importantes esfuerzos”.¿Más aún? He perdido la cuenta de los sucesivos recortes en tema de aranceles notariales y registrales. No tengo tiempo no espacio para desarrollar un análisis, pero su coste es ínfimo. Y respecto a los fiscales, que se centran en el AJD, en la mayoría de los casos (alargamiento del plazo) no se aplica. ¿De qué me están hablando?
- Una mejora “importante” del proceso de subastas judiciales hipotecarias, aumentar la concurrencia de otro tipo de postores distintos a las entidades financieras en estos procesos, con el objetivo de maximizar el valor del bien, algo que sería positivo tanto para el hipotecado como para el banco. Plenamente de acuerdo, todo lo contrario de lo que ocurre en la práctica diria en los juzgados, y si no que se lo pregunten a Tristán. Existe la errónea percepción de que los interesados en pujar son el enemigo de los ejecutados, cuando es exactamente lo contrario al ayudarles a obtener el mejor precio posible. Ahora bien, este tipo de medidas de publicidad, de facilitar el acceso al expediente, de reducir las garantías para pujar, de facilitar mecanismos crediticios o hacer efectivo el procedimiento extrajudicial, ya le digo yo al periodista que el 90% de los españoles no lo consideran una ayuda a los hipotecados.
- Hacer efectiva la alternativa de la ejecución extrajudicial. Coincido en su necesidad, pero no creo que tampoco sea percibido como una ayuda a los hipotecados. En todo caso, volveremos a topar con un problema que subyace en el punto anterior. Los garantes finales, sea judicial o extrajudicial la ejecución son los jueces, y buena parte de ellos tienen una interpretación garantista que, en mi opinión, sobrepasa lo que es una interpretación para acomodarse en lo que es auténtica creación legal. La ejecución extrajudicial es una espada de madera.
- Una nueva Línea Moratoria Hipotecaria ICO, más atractiva que la de 2009. O sea, reeditar el fracaso de una iniciativa, que a todas luces se veía venir, o el de las lamentables lineas ICO liquidez destinadas a endosarle muertos al erario público.
Conclusión: de las cuatro cambios legales, dos son lo que denominaríamos patada a seguir, tira para delante a ver si se soluciona esto, y si es posible con dinero público, lo que me parece lamentable. Los otros dos giran alrededor de facilitar la ejecución del bien, tema que no me parece mal pero no se si da para darle el bombo y platillo que se le da, y mucho menos para titular de esta manera.
PD: Cómo es lógico y natural, el Santander rechaza la dación en pago.
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