Ayer se publicaba una noticia que me temo esta pasando con más pena que gloria. Y, sin embargo, estimo que tiene una importancia máxima. Si bien nuestro presente es ciertamente oscuro, no esta claro que en el futuro, determinados aspectos vayan a mejorar sustancialmente. Por concretar, me refiero al futuro del sistema público de pensiones. Esta incógnita, que se percibe como una amenaza relevante por todos los agentes sociales y políticos por mucho que algunos lo pretendan negar. De ahí herramientas como el Pacto o la creación y desarrollo de sistemas privados complementarios, planes de pensiones y asimilados.
Pues bien, una de las principales objeciones de los potenciales beneficiarios o tomadores es su iliquidez. resulta duro para muchos el ahorrar un dinero para un fin concreto y no tocarlo salvo en supuestos muy concretos: jubilación, desempleo de larga duración, enfermedad o muerte. Pues bien, parece ser que la Dirección General de Seguros, que es el supervisor de estos productos, esta estudiando dotar de una mayor liquidez a estos productos financieros, dada la situación actual de crisis. ¿Es algo positivo? Tengo mis dudas.
En primer lugar no esta claro cómo lo van a llevar a cabo. Se habla de un periodo transitorio, de dulcificar los requisitos en el caso de liquidez por desempleo. Actualmente se exige estar más de un año en desempleo y no estar cobrando prestación, aunque si se puede cobrar subsidio. Se habla de reducirlo a seis meses, no tengo claro si cobrando prestación o no. Ya veremos como lo concretan. En todo caso creo que hay que ser extremadamente prudente. Si se les va la mano en los supuestos de liquidez desnaturalizan el producto, pues difícilmente se acumularían los patrimonios necesarios para garantizar el fin para el que fueron creados estos productos, dada la naturaleza humana. Y esto podría ser la puntilla a un sistema que, curiosamente siendo los propios socialistas los que lo crearon, se han esforzado en los últimos años por dinamitarlo, a través un endurecimiento del trato fiscal en los rescates, aparte de una fuerte campaña de descrédito de las mismas.
Y en segundo lugar quizás habría que observar las segundas derivadas de las decisiones tomadas. por ejemplo, cuál sería la factura fiscal a pagar por parte de los que rescatasen anticipadamente los planes (aunque quizás es algo que se busque y espero que no). Pero lo más preocupante es el impacto en los mercados de reembolsos masivos de los planes. Dichos reembolsos suponen poner en venta activos de renta fija, pública y privada, asi como de renta variable. Eso significa contribuir a la tendencia bajista de los mercados, así como drenar las posibilidades de financiación de los operadores públicos y privados.
Estaremos atentos, ya que creo que ponto se concretarán las novedades.
Vía|El País
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