Vemos la noticia de que el co-fundador de Microsoft, Paul Allen, ha iniciado varios procesos judiciales para denunciar a empresas por infringir sus derechos intelectuales que el dice tiene protegidos mediante patentes.
Hace poco hablamos en estas páginas de este señor en otro contexto, tras el anuncio de que, después de fallecer, pensaba regalar casi toda su fortuna a buenas causas.
Como las empresas denunciadas por Paul Allen son los monstruos del internet, Google, Apple, Yahoo, Youtube y Facebook, es normal que su denuncia haya causado mucho ruido con estas empresas anunciando su intención de defender sus derechos hasta la muerte. Pero no sólo a estas empresas les impactará estas denuncias, también otras más, como son eBay, AOL, Netflix, Office Depot, Office Max y Staples.
Resulta que, hace años, Paul Allen tenía una incubadora de tecnología, o algo por el estilo, y financió el desarrollo de muchas tecnologías y algunas empresas, incluso dice que ayudó a unos jóvenes llamados Larry Page y Sergey Brin con los comienzos de su empresa.
Lo que dice el Sr. Allen es que ha invertido mucho a lo largo de los años para crear tecnología y que la innovación es importante y los patentes permiten a los que invierten, se esfuerzan y crean que se beneficien de esas inversiones, esfuerzo y creaciones.
También dice que sólo porque empresas han desarrollado negocios exitosos y, en algunos casos, espectacularmente exitosos, no quiere decir que no deben pagar si sus negocios exitosos se benefician de lo creado por otros. Y que ganen mucho dinero en sus negocios no les debe proteger si estos ingresos millonarios los consiguieron en parte por la utilización de tecnología protegida por patentes de otros.
Estas empresas dicen que este tipo de denuncia frívola (siempre lo llaman frívola cuando no les gusta) va en contra de la innovación y de la aplicación de la tecnología para su uso diario. Además, por lo que estoy viendo en la blogosfera, que casi siempre decanta por lo gratis y lo libre, Paul Allen se está convirtiendo en el demonio de la web libre.
Puede ser pero recuerdo hace unos años cuando pasamos hambre para desarrollar un nuevo negocio y nuevas tecnologías con el que explotar en la web y crear un nuevo Microsoft, Google, Facebook o eBay.
Habiendo o no conseguido lo que buscábamos, si alguna de estas empresas utiliza la tecnología que desarrollamos en esos momentos para su éxito, ¿no tendríamos el derecho de cobrar por ese uso de nuestra tecnología?
Vía | BBC Mundo
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Imagen | Basqueinnopolis