El domingo en El País Negocios se hizo un análisis muy exhaustivo y sobretodo pesimista de la situación inmobiliaria en España. Justo lo que no se decía hace un año o incluso dos, cuando esto se veía venir, se dice ahora. Muchos nos quejábamos entonces de que la prensa española le diera la espalda a un problema que estaba latente y que la prensa extranjera señalaba. Sin embargo, ahora parece que todo el mundo lo tiene claro.
En este análisis se habla de lo que han caído los precios de la vivienda en España y de lo que le quedan por caer. Porque, a pesar de lo que muchos decían hace un tiempo, la vivienda es un activo más y en los últimos años se ha construido más que la demanda que había. Esta oferta estaba justificada en unos datos poco realistas de la demanda, que sin embargo existía simplemente para invertir. Pero una vez que la demanda de inversión se contrae, porque se ve que hay un límite o porque la financiación es más difícil, todo se desmorona.
Y lo que dejan claros los reportajes es que lo peor no ha pasado, sino que está por venir. Y que la crisis internacional lo único que ha hecho es agravar nuestra propia crisis, que es fruto de un sector de la construcción excesivamente grande.
Unas lecturas bastante interesantes que dan una visión que muchos llevamos predicando desde hace tiempo.