Los coches autónomos están siendo investigados por varias empresas, universidades e instituciones. No se trata sólo de Google y Tesla, sino del CSIC, Audi, la Universidad de Stanford... Muchas empresas están interesadas en tener la tecnología y que esta esté disponible lo antes posible. Las empresas de transporte ahorrarían en camioneros, pero Uber por ejemplo se desharía de conductores y tal vez simplemente alquilaría los coches. Ahora mismo la parte más cara de ser llevado por un taxi es el conductor, que sería reemplazado por el coche.
No obstante, eso no significa que sea Uber el más beneficiado por los coches autónomos. Tal vez suceda que los propios fabricantes de coches pasen a ofrecer servicio de taxi. Tienen mucha más infraestructura de soporte para su actividad gracias a los concesionarios y talleres oficiales para soportar el servicio.
Algunos somos escépticos sobre los coches autónomos. No digo que no vayan a existir, pero creo que estarán limitados en algunos trayectos y vías. No obstante, esto es una opinión que parece bastante minoritaria, y otros muchos piensan que de aquí a diez años tendremos coches autónomos como algo normal en el futuro.
Ahora supongamos que es los coches autónomos serán habituales dentro de diez años. O al menos no un de exotismo inusitado. Un mundo de coches autónomos será más o menos interesante para los fabricantes de coches, puede que les acabe resultando mejor o peor. Pero existen muchas industrias construidas alrededor del automóvil tal y como lo conocemos que estarían en grave problemas si los coches autónomos se convirtieran en algo habitual.
La industria amenzada
No soy el único que lo opina. Hace tiempo Warren Buffett (uno de los hombres más ricos del mundo) se reunió con analistas de la empresa de servicios financieros The Motley Fool durante seis horas, no pudieron grabar nada, pero entre sus apuntes estaba que el mismo Warren Buffett veía una amenaza para su imperio en los coches autónomos.
La amenaza que Warren Buffett veía es que los coches autónomos estaba en una de las empresas que componen el conglomerado Berkshire Hathaway, la aseguradora de automóviles GEICO. Las condiciones de los seguros de los coches autónomos seguramente serán muy distintas a las condiciones de los coches normales. Los coches autónomos parece que serán mucho más seguros que los tradicionales. No hace falta que sean perfectos, sino que sean mejores que los conductores humanos.
Esto puede acabar cambiando incluso haciendo estragos en la industria de seguros de automóvil en todo el mundo. Hasta ahora es muy boyante debido a que cada vez hay más conductores y más coches, especialmente en los países emergentes, dónde los jóvenes si están interesados en comprarlos y “siguen molando”. Pero los coches autónomos puede que acaben cambiando esto y destruyendo la industria.
Si es mala noticia para los propietarios de aseguradoras, puede ser una buena noticia para los propietarios de otro tipo de empresas tecnológicas. Tal vez estemos apunto de encontrarnos con una revolución y podamos invertir anticipadamente en ella. ¿Acaso no nos hubiera gustado haber comprado acciones de Apple o Nike en los 80?
¿Cómo invertir en coches autónomos?
Los coches autónomos van a necesitar, respecto a un coche normal, hardware y software específico. El software sólo conocemos a Google, aunque dado el alto precio de sus acciones, no podemos saber si el valor de las mismas ya tiene incluido el efecto que puedan tener los coches autónomos o incluso los servicios financieros que algún día pueda dar. Otra empresa que puede estar detrás, o no, de los coches autónomos del futuro es Apple, que se suele caracterizar por software y hardware propios.
Respecto al hardware, los coches autónomos van a necesitar cámaras de vídeo, radares que detecten a distancia el terreno y los coches, así como sensores de ultrasonidos que los complementen en distancias más cortas, acelerómetros y otros sensores. Pero también procesadores gráficos que permitan procesar la información procedente de todos estos sensores.
Por ese motivo, algunos analistas ven una posibilidad en las empresas de fabricación de hardware de procesamiento gráfico, en concreto en NVIDIA que está invirtiendo en ello. Eso no significa que NVIDIA vaya a ser el santo grial de los coches autónomos, puesto que otros competidores puede que acaben dominando la industria. En cualquier caso, si me equivoco y los coches autónomos acaban siendo habituales, es muy posible que existan varias industrias que en una década no las va a reconocer ni su propio padre, y eso si sobrevivieran al cambio.
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Imagen | Steve Jurvetson