La decisión del Reino Unido de recomendar no viajar a España sumado al anuncio del fin de semana pasado que los turistas que regresarían de allí tendrían que ponerse en cuarentena es toda una tragedia para la economía española. La razón que subyace a esta decisión viene dada por el aumento en los últimas semanas de los casos de Covid-19, distribuido en los numerosos focos del territorio español.
Esta decisión está perfectamente justificada. España está sufriendo ahora mismo una segunda oleada a nivel de contagios. Durante todo el mes de julio hemos estado viendo como el número de casos diarios se ha ido incrementando fuertemente hasta picos de 6.361 vistos el pasado día lunes (los lunes se produce una acumulación de los datos del fin de semana).
Tras esta decisión, el operador turístico más grande del Reino Unido e Irlanda, TUI, canceló todos los vuelos desde el Reino Unido a España hasta el 9 de agosto, aunque la compañía decidió que los vuelos a Baleares y Canarias se reanudarían el lunes.
La situación es verdaderamente complicada para el sector del turismo. El Gobierno Español está intentando de negociar con el Reino Unido un cambio en esa recomendación, salvando las regiones de Canarias y las Islas Baleares, que tienen ratios de contagios inferiores que el propio Reino Unido pero hasta la fecha la recomendación se mantiene por todo el territorio español.
Esta decisión conlleva un notorio impacto económico, debido a que el Reino Unido es nuestro principal país turista extranjero que año tras año, nos visita. Para hacernos una idea, de los 10,1 millones de turistas internacionales que recibió de España en agosto del 2019, 2,17 millones eran británicos.
En ciudades como Benidorn, los británicos representan el 50% del turismo. Muchos hoteles ven como se han cancelado parte de sus reservas e, incluso, llegan a cuestionarse la apertura.
En las siguientes líneas vamos a relatar cuál es el monto que está en riesgo de acuerdo al mes de agosto del año pasado en el sector del turismo español.
Únicamente el mes de agosto del año pasado, los británicos dejaron en España 2.523 millones de euros de los 11.765 en concepto de gasto del turismo internacional, lo que representa el 21,44%. Ningún otro país nos aporta tanto, ya que Francia, el segundo país que más nos visita, nos dejó 1.586 millones, el 13,48% (Francia está recomendando no viajar a Cataluña).
El gasto medio de los británicos en el mes de agosto fue de 1.158 euros, ligeramente por debajo de la media del gasto del turismo internacional de 1.162 euros. A pesar de que la cifra se encuentra por debajo de la medida, hay que tener en cuenta el factor diferencial y es la capacidad para atraer un gran número de turistas británicos.
En las vacaciones de agosto no hay otro motivo de viaje que el ocio, y los turistas que visitan España gastan en ocio en 94,1% del gasto en total. Particularmente, el 62,9% del gasto total en agosto lo realizan turistas que pernoctan en alojamientos hoteleros.
Si hay una región de España que lo va a pasar mal a causa de estas recomendaciones es Cataluña. Esta comunidad autónoma recibe el 23,3% del turismo que entra en España en agosto, 2,4 millones de turistas extranjeros, y los principales países de residencia de los turistas de esta comunidad son Francia (con el 30,1% del total) y Reino Unido (11,3%), por lo que el 40% del turismo está hoy en riesgo.
Pero si únicamente contabilizados el peso de los británicos, los más afectados serían **las Canarias (el 43,7% procede de Reino Unido) las Islas Baleares (28,7%) y Andalucía (el 23,4%), esta última comunidad autónoma está apartada de las negociaciones.
Si miramos el conjunto del año, el Reino Unido sigue siendo primordial para valorar el impacto del turismo internacional en la economía española. De los 83,7 millones de turistas extranjeros que recibió el país, 18,1 millones eran británicos. Este dato nos puede dar una visión más en conjunto sobre qué tenemos en riesgo si la recomendación va más allá.
En 2019, el gasto total realizado por los turistas no residentes en España durante fue de 92.278 millones de euros, los turistas británicos nos aportaron 17.986 millones.
España no puede permitirse golpes de este calibre y más en el motor de su economía. Especialmente después de conocer que en el segundo trimestre la economía se contrajo el 18,5%, un dato que no tiene precedentes históricos en el INE y destaca por ser el peor dato de las economías avanzadas. Es más, Italia que tiene una gran vinculación con el turismo y fue la punta de lanza de la pandemia cuando se inició el brote en Europa, ha reflejado un resultado mejor, con una contracción del 12,4%.