Una de las noticias más controvertidas, conocida la semana pasada, ha sido el conflicto que tiene en pie de guerra a los controladores aéreos, cuando perciben una retribución anual que nos asombra a cualquiera. Este círculo cerrado, el de lo controladores aéreos, tiene que renovar su convenio colectivo que expira el próximo 31 de marzo, y ninguna de las partes se pone de acuerdo.
AENA argumenta que no tiene recursos ni capacidad suficiente para prestar el servicio con seguridad y calidad, los controladores no aceptan de ningún modo una reducción en sus 'privilegiadas condiciones', y la sociedad, mucho más sensible a estas cuestiones por las situación que atraviesa nuestra economía, ponen el campo de cultivo bastante abonado para que explote el conflicto.
Los controladores aéreos, por convenio, dada su responsabilidad y el argumento de no poner en peligro la seguridad aérea, tienen negociada una jornada laboral de 1 200 horas anuales (cifra inferior a las 1 700 horas del resto de los trabajadores de AENA). Curiosamente, los controladores, que justifican su menor cantidad de horas, para no poner en peligro la seguridad aérea, prolongando su joranda de trabajo, realizan de media 400 horas extraordinarias anualmente. Cobrando estas horas extraordinarias, al triple que las horas extraordinarias.
Teniendo en cuenta las presiones presupuestarias, AENA se ha propuesto, reducir costes en unos 500 Millones de Euros en los próximos cuatro años, aplicando entre otras medidas, recortes de 200 Millones de Euros en el colectivo de los aproximadamente 2 400 controladores que tiene en plantilla.Estos controladores, perciben una retribución bruta anual media, de la escalofriante cifra de 350 000 Euros (siendo un 68.00% más caros que la media de los controladores europeos, y con un índice de productividad del 0.55%, uno de los más bajos del sector).
Esta situación, esclarece que estamos hablando de un colectivo que es cerrado, totalmente gremial, que como se hacía en la Edad Media, cierra las puertas a todos aquéllos que desean entrar y se encuentran fuera de su círculo.
Si la situación, como argumenta AENA y como he resaltado líneas atrás, es que no hay capacidad, ¿porqué no liberalizamos la profesión? Si se liberaliza, la capacidad, la productividad y el salario, sin duda, se ajustará al mercado.
En El Blog Salmón | Los aeropuertos españoles no son rentables, Los sueldos de los controladores, altos por la mala gestión Imagen | andresrueda