Los días soleados para el sector del automóvil en España han llagado a su fin. Tras unos meses atípicamente boyantes, en los que el sector se apoyó en un potente proyectil de nombre Plan 2000E, este mes ha frenado su actividad en seco, tras ver desde kilómetros la señal de Stop.
El pasado mes de julio, en el que se han agotado las ayudas contempladas por el Plan 2000E y en el que han entrado en vigor los nuevos tipos de gravamen del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), se ha constatado que se matricularon un 24% menos de vehículos que en el mismo mes del año anterior.
Este dato ha sido proporcionado por la Asociación de Vendedores de Automóviles (Ganvam), que ha añadido que el presente año cerrará de manera muy positiva por el ‘fuerte’ tirón de ventas producido en los 6 primeros meses del año, y sobretodo en la víspera de la entrada en vigor del ‘nuevo’ IVA. En el que a pesar del ‘frenazo’ del mes de julio, se han matriculado en España un total de 686.328 unidades.
Pero al mismo tiempo, tanto Ganvam, como la Asociación de Fabricantes de Automóviles (ANFAC), empiezan a temblar porque han notado el cambio de tendencia justamente en el mes en el que históricamente se producen los mejores registros de ventas.
Esta situación corresponde a un final anunciado, en el que se sabía que algún día iba a pasar pero sin quererse quitar la venda para verlo, los vendedores de automóviles han disfrutado de una sensación razonablemente parecida a la experimentada por las inmobiliarias en los años del ‘boom’, viendo como las ventas no paran de subir, aunque se admitía que no iba a ser así para siempre.
El sector de la automoción, tan protegido por papá Estado, se ha quedado huérfano, y tendrá que aprender a andar solo en una situación muy complicada, en la que la renta disponible está cada vez más deteriorada, y la crueldad de las expectativas sobre el sector.
Vía | Expansión
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