La Nochevieja es, para el sector de la hostelería, un día importante. Los hábitos festivos de los españoles hacen que ese día la recaudación suba como la espuma. ¿En todos los sitios? Quizás no...
En una ciudad universitaria, como Salamanca, hay un porcentaje muy relevante de población joven (los principales consumidores de la fiesta de nochevieja) que no son de dicha ciudad, y que en las fiestas navideñas aprovechan las vacaciones para irse a sus lugares de origen. Así, la noche del 31 de diciembre la masa de potenciales clientes, formada únicamente por los autóctonos, es inferior a la un fin de semana cualquiera. Una pena para el sector de la hostelería... salvo que decidas burlar al calendario. Basta con promover en el ambiente universitario la idea de celebrar una Nochevieja adelantada. Digamos a mediados de diciembre. Y organizar una fiesta similar a la de la Nochevieja, con sus campanadas, sus uvas, sus aglormeraciones y sus largas horas de consumo.
Y así, como muestra la foto, es como resultaron las cosas. La Plaza Mayor de Salamanca llena de jóvenes celebrando una Nochevieja adelantada. Y los hosteleros, más contentos que unas pascuas.
Más información | La Gaceta de Salamanca (pdf)