En la época actual, a causa del incremento del desempleo, de la menor renta disponible de las familias, o bien por la incertudumbre generalizada, los españoles destinamos una menor parte de nuestra renta al ocio. Este cambio de tendencia en el patrón de consumo de los españoles, ya ha hecho mella sobre las grades superficies en general y los centros comerciales en particular.
Hasta que la crisis internacional que padecemos se empezó a manifestar en las variables macroeconómicas reales, las visitas, el gasto y el consumo en definitiva realizado en centros comerciales no paraba de crecer. Y muchos fondos de capital-riesgo como Banif Inmobiliario, decidieron invertir en centros comerciales, por que tal y como estaba el panorama, todo apuntaba a que era una inversión segura. En este caso, y con el agravante de la falta de liquidez en el fondo, obligó a vender el centro comercial, les hablo del Centro Comercial Plenilunio en Madrid.
La pasada campaña de navidad, según la mayoria de las fuentes consultadas, ha sido nefasta, en un año en el que la mayoría de los comercios esperaban maquillar sus cuentas de resultados con el incremento de ventas estacional.
Esta semana, ha surgido otro centro comercial con problemas, os hablo del madrileño centro comercial "Avenida M40", propiedad de la empresa portuguesa Sonae Sierra. Lógicamente con la crisis, han descendido las ventas, mermándose mucho su facturación y su tesorería. Además de lo anterior, si tenemos en cuenta, que para la apertura de estos centros, la sociedades propietarias, tuvieron que embarcarse en grandes proyectos financieros. La coyuntura les ha condenado a una situación de quiebra, en la que no pueden pagar ni siquiera los prestamos tomados con diversas entidades financieras.
En el caso de la empresa lusa que analizamos, por la apertura del centro comercial "Avenida M40", pidió prestado 68.25 millones de Euros a un pool de bancos, de los que quedan pendientes de amortizar 39.8 Millones. Esta situación, ha conducido a dicha empresa a un concurso de acreedores, truncándose un dorado proyecto consolidado en la época de bonanza, cuando el dinero surgia a espuertas en España.