El denominado como Plan 2000E tiene como objetivo incentivar, potenciar y revitalizar el sector del automóvil, ayudando a mitigar al máximo posible los efectos perniciosos que tiene sobre este sector la grave situación económica por la que atravesamos, logrando objetivos como:
Mantener la demanda de vehículos.
Mantener el mismo nivel de ocupación laboral.
Renovación del parque automovilístico con vehículos menos contaminantes, etcétera.
Todo ello, de forma estructurada desde cada comunidad autónoma y en coordinación con el gobierno central de la nación.
El destino de estas ayudas está sujeto a que los vehículos objeto de la compra reúnan determinadas características técnicas, así como que las personas físicas o jurídicas que se puedan beneficiar de las mismas cumplan determinados requisitos. No voy a entrar en si las características técnicas de los vehículos, los destinatarios o las dotaciones (ayudas) diseñadas son las más correctas, por no ser este el objeto del análisis.
Desde antiguo, los gobiernos siempre han diseñado planes de acción sobre aquéllos sectores que consideran estratégicos cuando atisba una mala coyuntura. Es sabido por todos, que una situación económica y social como la actual, con descenso de las ventas, de los márgenes empresariales, de aumento del paro y agotamiento del modelo productivo, tienen que ser argumento para un cambio de orden estructural, y en cambio se está tratando de ayudar como si se tratase de un problema temporal o coyuntural.
Algunos piensan que estas ayudas van enfocadas a mitigar todo lo que se pueda los efectos de la crisis, otros que el sector de la automoción es un privilegiado puesto que hay otros muchos sectores (casi todos) que lo están pasando francamente mal en la actualidad, mientras que hay otros muchos que se plantean si actuaciones gubernamentales de este tipo conllevarán a una solución para atajar el problema económico real a largo plazo.
Es un hecho que el denominado Plan 2000E está llegando a su fin (aunque se ha prorrogado por un tiempo más), y en cierto modo ha amortiguado la crisis del sector, pero una vez que se acabe, ¿habrá solucionado el problema de la industria definitivamente, o tendremos que obligar a un contribuyente con el agua cada vez más cerca del cuello a colaborar para prolongar la vida de algunos “privilegiados”?
En El Blog Salmón | Prórroga al Plan 2000E, 100 millones de euros adicionales Imagen | terry_wha