Para terminar con la serie de artículos enfocados en los diversos indicadores técnicos que pueden ayudarnos en nuestra operativa en Forex, y después de haber analizado las medias móviles, las bandas de Bollinger y el MACD, toca el turno de echar un vistazo a unos indicadores con propiedades “mágicas”: los osciladores.
Un oscilador no es otra cosa que un indicador que nos muestra gráficamente la situación de la cotización actual en referencia a su mínimo y su máximo en un determinado periodo, y por ello está comprendido siempre en un intervalo cerrado entre 0 y 100%. De ahí su nombre de oscilador: el indicador va dibujando “montañas” siempre dentro de una franja predefinida, indicando zonas en las que el precio está barato (sobrevendido, por debajo del 20% normalmente) o caro (sobrecomprado, por encima del 80% normalmente).
Funcionamiento básico de los osciladores
Los osciladores son considerados indicadores de momentum, es decir, lo que pretenden visualizar es más la velocidad que otros aspectos del precio. La ventaja de seguir el momentum del precio reside en la noción general que el momentum suele dar señales de cambio de tendencia con anterioridad a que lo haga el precio, propiedad que puede proporcionar señales de aviso ante posibles cambios de tendencia de la cotización.
Pero el funcionamiento básico de los osciladores es mucho más sencillo que intentar detectar cambios de tendencia. Puesto que nos indican zonas de sobrecompra y sobreventa, los osciladores son utilizados para implementar la estrategia ganadora por antonomasia en cualquier mercado financiero: comprar cuando el precio está barato y vender cuando está caro.
Para ello, hay que comprar siempre que en un inicio de tendencia alcista, o incluso aún lateral, el oscilador esté en la zona baja de sobreventa (indicación de precio barato) y vender cuando se alcance la zona alta de sobrecompra (indicación de precio caro). Si la operación es a corto en una tendencia bajista se hace exactamente lo inverso. Como es comprensible, esta técnica puede optimizarse aún más para ajustar aún más los momentos de compra y venta y rentabilizar mejor las operaciones.
Para terminar, cabe indicar que los osciladores suelen ser extremadamente eficaces mostrando divergencias. Las divergencias no son otra cosa que disparidades entre la tendencia del propio indicador y la del precio. Es decir, cuando, por ejemplo, el precio está haciendo máximos decrecientes mientras que el indicador los está haciendo crecientes. El precio marca tendencia bajista mientras que el oscilador la marca alcista. Un oscilador con sus parámetros bien configurados puede anticipar cambios de tendencia en el precio en base a las divergencias. Este fenómeno, combinado con las zonas de sobrecompra y sobreventa, es una ayuda fenomenal para decidir el momento óptimo de entrar en el mercado.
¿Qué oscilador uso: estocástico, RSI…? ¡No importa!
Hay muchísimos indicadores que son del tipo oscilador, entre los que sin duda destacan sobre el resto por su uso más generalizado el RSI, el estocástico o la %R de Williams. Pero en realidad, no importa demasiado cuál de ellos se decida emplear siempre que se definan bien los parámetros que lo caracterizan.
En general, todos los indicadores deben ajustarse al mercado que se está operando y la escala temporal en la que se trabaja, con el objetivo de lograr una cantidad de señales de entrada al mercado suficientemente buena, sin que se dejen escapar demasiadas oportunidades, por una lado, ni que el indicador se convierta en un generador de señales falsas.
Para ello, en el caso de los osciladores debemos ajustar muy bien el número de periodos en base al que se calcula el oscilador. Como norma general los osciladores suelen venir ajustados a 14 periodos, pero es posible que para determinadas ocasiones precises de una señal un tanto más rápida que esa, sin pasarse, pues podría acabar generando demasiadas señales falsas, como se ha comentado.
Eso sí, como sucede con todos los indicadores, las señales que proporcionan no son ni mucho menos definitivas, y siempre hay que completar la lectura de una situación concreta del mercado con la acción del precio y el resto de indicadores.
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