Los arrendatarios últimamente tienen la sartén por el mango. Cada vez hay más familias que alquilan en vez de comprar, pero el aumento de la demanda no está suponiendo un incremento de los precios. Cada vez hay más oferta y aquellos que pueden alquilar no están necesariamente en una mejor situación económica que les permita pagar.
Los muchos años de sobreconstrucción han dejado un montón de viviendas vacías en las afueras, aunque la verdad es que las más demandadas están por zonas más céntricas de las grandes ciudades. No obstante, aunque estos estudios se están limitando a viviendas de familias, esta tendencia por lo que sé también se ve en las empresas.
Las empresas no se pueden permitir tan fácilmente tirar el dinero en oficinas demasiado lujosas en las zonas más caras, sino que se dan cuenta que para trabajar bastan espacios más modestos. Por lo que tengo entendido incluso dentro de las zonas de oficinas más caras los precios están bajando. Además, las grandes torres construidas en los últimos años se hacen competencia entre sí.
Así que si estamos de alquiler, tanto seamos una empresa como una persona particular, tal vez sea el momento de mudarse. La oferta es más amplia que antes y los propietarios están más desesperados que nunca por tener a alguien pagando una renta.
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Vía | Finanzas.com
Imagen | Pablo F Butragueño