Cuando en Abril comentamos que el grupo francés Pernod Ricard (tercer mayor fabricante del sector de bebidas alcohólicas) acordó una compra de la segunda del sector, Allied Domecq, todo parecía cerrado y terminado.
En principio, la única empresa con los recursos y la fuerza para competir en esta operación era la más grande del sector, Diageo, pero, por razones de competencia y problemas con las autoridades vigilando los monopolios, sabíamos que Diageo era demasiado grande como para estar permitido comprar la segunda del sector. En esta situación, lo normal para Diageo era seguir con su negocio y aprovecharse de la incertidumbre de la situación para ganar cuota de mercado.
Como sabemos que operaciones no están hechas hasta que estén hechas, no nos sorprendió cuando, poco después, la primera empresa mundial de vinos, la estadounidense Constellation Brands, anunció que estaba considerando una posible oferta para comprar Allied Domecq. Esto se juntó con el anuncio de que Constellation Brands estaba negociando con algunos de los todopoderosos, los grandes fondos de capital privado, para ayudar a financiar su anunciada oferta. Lo normal en esta situación es que todos esperan una oferta de Constellation Brands, Pernod Ricard sube la suya, o se retira, y la operación se cierra con uno de ellos.
Diageo no dejó seguir los pasos normales. Entendió el nerviosismo de Pernod Ricard, y su posible necesidad de financiar una oferta más alta y decidió mover pieza. Negoció la compra de varios de los negocios que Pernod Ricard compraría de Allied Domecq e hizo dos cosas, se aseguró la promesa de hacerse con unos negocios que no tenía por qué conseguir y prometió caja para esta compra, moviendo la balanza de la operación claramente en favor de Pernod Ricard.
Los todopoderosos todavía están haciendo sus números, y podrían contraofertar, pero el mercado piensa que este movimiento de Diageo dará la victoria a Pernod Ricard. Diageo ha demostrado que, además de ser líder en su sector, también sabe jugar muy habilmente en las operaciones financieras. Incluso en las operaciones que yá están aparentemente cerradas, las empresas deben ver cómo se puede participar y beneficiarse.
Vía | El Mundo y Libertad Digital En El Blog Salmón | Un imperio de alcohol y La compra no está hecha hasta que esté hecha