Los receptores del SMI no pagarán IRPF. Pero tendrán un marginal del 99% si les suben el sueldo

Los receptores del SMI no pagarán IRPF. Pero tendrán un marginal del 99% si les suben el sueldo
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Fue un acuerdo in extremis, pero finalmente la sangre no llegó al río entre dos de las voces más destacadas (y enfrentadas) del gobierno de España: María Jesús Montero y Yolanda Díaz.

Los Ministerios de Hacienda y Trabajo han sellado, de momento, la paz. Finalmente, los perceptores del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) no pagarán el IRPF en 2025. Algo que ha sido aplaudido por diferentes actores sociales como un paso más en una fiscalidad más equilibrada y justa, sobre todo para las personas con mayores dificultades económicas.

Pero ojo, hay letra pequeña. Y es que este “nuevo” esquema de deducciones no hace otra que esconder un efecto perverso. O lo que es lo mismo, una pendiente fiscal que lo que hace es castigar y con dureza a aquellas personas que superen -aunque sea por poco- el umbral del SMI.

Sí, el pacto alcanzado elimina el IRPF para quienes perciban al año 16.576 euros brutos. Sin embargo, introduce una deducción decreciente hasta 17.256 euros. ¿Y qué significa esto? Que el resultado entre ambas cantidades se mantiene constante en el salario neto, es decir los 15.500 euros, por lo que se genera un tipo marginal del 99% en el IRPF.

O sea, que por cada euro bruto adicional de salario, el trabajador solo va a percibir un céntimo extra.

Así funciona el tipo marginal del IRPF

Cuando hablamos del tipo marginal del IRPF nos referimos siempre al porcentaje que se aplica sobre cada euro adicional ganado. Por ejemplo, si una persona cobra 20.000 euros brutos y el tipo marginal es del 40%, cada euro extra que reciba se traduce en unos paupérrimos 60 céntimos netos. Con el nuevo esquema, ese marginal se dispara hasta el 99% entre el SMI y los 17.256 euros.

Esto significa que si una persona cobra exactamente el salario mínimo no va a pagar el IRPF. Pero si su sueldo sube solo 100 euros, ese aumento no va a verse reflejado en su cuenta bancaria. De hecho, en algunos casos, podría incluso percibir menos ayudas o subsidios por superar el umbral de ingresos. Es decir, dicha mejora salarial puede ser más bien una penalización económica.

El Frankenstein fiscal español

En redes sociales, hay quien ha llegado a calificar esta casuística como "el Frankenstein de los tipos marginales". Un gráfico que muestra cómo entre el SMI y los 17.256 euros, el tipo marginal es del 99%, y entre 17.256€ y 21.100€ baja al 50%. Como paradoja es que, durante todo ese tramo, el salario neto no varía nada.

Esto, a su vez, produce una distorsión que puede llegar a desincentivar subidas salariales, promociones o incluso que el propio trabajador no acepte trabajar horas extra. Porque si cualquier supuesta mejora en la remuneración recibida se traduce en prácticamente el mismo ingreso neto, el sistema pierde su función que es básicamente la incentivadora.

Esto también señala un problema de base en el sistema fiscal español: la necesidad de crear deducciones que no generen efectos escalón tan sumamente marcados ni inservibles para el trabajador.

La intención era buena pero el resultado ha sido todo lo contrario

En un primer momento, la intención de Hacienda era aliviar la carga fiscal de aquellos trabajadores que ganan menos. Es decir, algo ya no solo positivo, sino también muy necesario en un contexto aún de alta inflación y guerras arancelarias.

Pero el diseño de la deducción decreciente no ha sido bien ejecutado y genera un problema de incentivos que echa para atrás cualquier avance. Y es que, al asegurar el mismo salario neto hasta los 17.256 euros, se ha crea ese "escalón fiscal" que anula que cualquier mejora salarial sea vista como tal.

Un ajuste que provoca que el salario neto permanezca plano hasta alcanzar el umbral donde desaparece dicha deducción. Y, cómo no, de nuevo el debate está servido entre las diferentes facciones del gobierno.

Hay quienes apuestan porque la deducción decreciente debería, cómo mínimo, suavizarse mediante una transición mucho más progresiva. Es decir, que el IRPF no alcance niveles extremos.

Y hay otras voces que creen que esta deducción es una trampa. Y que avoca a que los trabajadores con sueldos más bajos no puedan prosperar. ¿Habrá algún cambio más antes de su entrada en vigor? Todo puede ocurrir.

Imágenes | Instagram, Pixabay, Instagram

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