Es importante compensar justamente a todos los participantes en un negocio y permitir a todos beneficiarse de su justa porción. Esto es especialmente necesario, y polémico, en un entorno donde los resultados de empresas están por las nubes.
Empresas están anunciando beneficios muy buenos, muchas bastante por encima de las expectativas y, mientras dure, es fácil acceder a las peticiones laborales de subidas de sueldos. Algo de esto estamos viendo.
El problema es que estos buenos tiempos no durarán y los beneficios bajarán. En este contexto, por una parte los empresarios deben responder a las peticiones de sus empleados, de forma razonable y, por otra parte, deben hacerlo de la forma más flexible posible. Lo que no sería aconsejable es acceder a todas las peticiones de subidas de sueldo cuando los tiempos van bien y, como no se quiere pelear, meterse en una situación insostenible que se notará cuando los tiempos cambien y empeoren. Para eso, mejor buscar fórmulas de compensación más flexibles que permiten a los trabajadores beneficiarse más en los tiempos buenos pero que permitan la flexibilidad de reduclos en tiempos difíciles.
Basarse sólo en el sueldo normal no es esa forma, ya que cuando se recibe una subida de sueldo, en las situación histórica de relaciones entre empresarios y sus trabajadores, estos son muy reacios a devolver estas subidas en el futuro.
Empresarios y trabajadores deben acordar sistemas de compensación de sueldos fijos y variables, como se utiliza para los ejecutivos, que permita que todos se beneficien en los buenos tiempos y la flexibilidad para responder cuando el mercado cambia. ¿Los sindicatos van a estar abiertos a esto?
Ojo, eso quiere decir que cuando las cosas andan mejor de lo normal, los empresarios deben compensar más de lo normal a sus trabajadores. Esto debe ir en dos direcciones si quieren que sea justo y que funcione.