Pensaba escribir esta entrada explicando que gastar es comprar un bien o un servicio y que invertir es comprar un activo que esperamos que nos proporcione una mayor renta en el futuro (o que disminuya nuestros gastos, que es otra forma de verlo). Quería que, como propósito de año nuevo, se distinguiera entre invertir y gastar. No obstante, viendo las definiciones de la real academia de invertir y gastar, parece que estoy equivocado, ya que invertir puede significar gastar un caudal. Por lo que invertir no es necesariamente incrementar nuestros ingresos o reducir nuestros gastos.
Así que voy a pedir a nuestros lectores que como propósito de año nuevo cuando se hable de inversión (economía doméstica, economía empresarial y economía nacional) piensen en la diferencia. En si eso que se propone va a aumentar los ingresos, va a reducir los gastos o simplemente es un gasto.
Es decir, si compramos bombillas de bajo consumo estamos reduciendo los gastos, luego estamos invirtiendo. Si el gobierno abre un túnel que acorta el tiempo de viaje entre España y Francia estamos reduciendo los gastos de las empresas.
Si compramos unos zapatos de marca cuando tenemos quince en el armario estamos gastando. Si el gobierno hace una campaña para felicitarnos la Navidad está gastando.
Cuidado, no es que esté en contra del gasto. Hay que gastar porque necesitamos comer, vestirnos, ocio, etc. Además el gasto es la forma de la que redistribuimos la mayor parte de nuestros ingresos creando empleo.
El tema está en que debemos de diferenciar aquello que compramos porque necesitamos o queremos de aquello que compramos porque va a mejorar nuestra situación en el futuro (o esperamos que lo haga). Porque parte de los problemas de esta crisis vienen porque hay quien no sabía la diferencia y ahora la está aprendiendo por las malas.
Imagen | the last minute, Flickr