Estados Unidos, tradicionalmente ha sido un ejemplo de una política fiscal expansiva para reactivar la economía en períodos de crisis económica, incluso en esta última.
Pero a la vista de los datos, que dejan entrever la evolución de sus gastos e ingresos fiscales, concluimos que esta situación ha cambiado hacia una postura de austeridad y de ajuste fiscal. Que tanto se ha defendido por los países del viejo continente, y ha sido tan criticada al otro lado del Atlántico.
Tal y como se ha conocido, en el período comprendido entre el mes de octubre de 2009 y el pasado mes de septiembre del presente año, el gobierno federal recaudó 2,162 billones de dólares (un 2,7% más que en el período anterior), y gastó 3,456 billones (un 1,8% menos que en el período anterior).
Aún es pronto para confirmar este hecho, pero lo que sí podemos asegurar es el cambio de tendencia que se ha producido en su política fiscal, a pesar de que los gastos del Estado, aún siguen superando en un procentaje muy importante a la capacidad de generar ingresos públicos. También es cierto, que se venía de una situación de máximos, cuando en el pasado ejercicio fiscal se alcanzó el máximo déficit desde que hay estadísticas al respecto en el país norteamericano, llegando a la friolera de 1,414 billones de dólares.
Este cambio de tendencia a la par que necesario, dada la evolución reciente de las varibles macroeconómicas de su economía, con un crecimiento de la producción estancado, y con una de las tasa de paro más altas de su historia reciente, parecía no quedar alternativa.
Todo apunta a que el gobierno Obama se ha dado cuenta de la necesidad de un cambio de postura, o tal vez los principios del ‘Tea party’, del ala extrema de los republicanos, que aboga por una menor intervención del Estado en la economía y una menor presión fiscal, esté ganando adeptos en la sociedad estadounidense.
Vía | Cinco días
En El Blog Salmón | La economía de Estados Unidos frena su entusiasmo
Imagen | walkadog