Filmin es una de las plataformas de vídeo más queridas por los usuarios españoles, una rara avis, como suele decirse, que se abrió paso a escena antes de que la mayoría nos planteásemos pagar suscripciones por películas y series bajo demanda.
Hace menos de una semana, se supo que la plataforma estaba en venta, y que los compradores más plausibles eran Telefónica y Amazon. Su base de usuarios... acogió la noticia con una mezcla entre el lamento, la amenaza (anular la suscripción) y la crítica por la polémica decisión empresarial... pero, la realidad es que Filmin ya se vendió en 2020 a dos grandes fondos de inversión. Y aquí seguimos.
(Re)vender lo vendido
El diario Expansión dejó caer la noticia a principios de la semana pasada: "¡Filmin está en venta!" (Suerte que no era Blue Monday, como lo ha sido este.)
La posible venta de la plataforma se estima entre los 40 y los 50 millones de euros y los sospechosos habituales (de la compra) son Movistar+ y Amazon, por lo que muchos usuarios han mostrado recelos ante los futuros planes del servicio de streaming, pionero en la industria, y con un recorrido digno de enmarcar (o casi).
El periodista Carlos Otto, habitual de El Confidencial, preparó, a continuación un artículo completísimo para su red de LinkedIn que recogía los principales hechos. En este, explicaba cómo la acogida ha sido desigual, pero en la mayoría de los casos, sin tener presente que Filmin pertenece en un 53 % a Nazca Capital (Rodilla y Lizarrán, entre otras grandes marcas) y Seaya Ventures con un 19 % (Glovo, Cabify), sobre los que quizá el usuario medio no tenía constancia. El porcentaje restante (un 28 %), pertenece todavía al triunvirato fundador: Juan Carlos Tous, Jose Antonio de Luna y Jaume Ripoll.
La vida moderna es así, sino que se lo pregunten a Campofrío, sacando pecho, año tras año, ante todos y cada uno de los españoles con anuncios realmente emotivos; primero, desde China; y después desde México.
Frente al cambio, optimismo
La cara B está clara. Estos mismos fondos de inversión han invertido más de 600 millones, según el artículo de Expansión, desde 2021. En este periodo (2019-2023), la facturación y el resultado neto de cada ejercicio han dado la razón a los accionistas.
En este punto, se entremezclan dos relatos contradictorios: hay quien piensa que esos 50 millones de la compra van a robar el "duende" a Filmin (su singularidad, su valor diferencial); por otro lado, entre los que tenemos al periodista Carlos Otto, los hay quien creen que la historia reciente avala la evolución de la plataforma: algo que no tiene por qué cambiar los nuevos propietarios, quienes tendrán un plan de acción para responder al fan, y seguir creciendo y ganando dinero.
Como siempre, el futuro de Filmin (de cualquier proyecto) se verá con el paso del tiempo, si bien habrá quien se aferre al pasado, quien se muestre optimista ante las nuevas oportunidades que se abren con la (segunda) venta de la plataforma de streaming y, por descontado, aquel que ni tan siquiera se entere de qué iba el tinglado.
Si algo no puede negarse es que, en su día, sus fundadores sabían lo que querían, y también lo que iba a funcionar. Esperemos que siga siendo así.