El otro día comentaba el caso de las microcervecerias como una respuesta la crisis por la vía del emprendizaje y el autoempleo. En una linea similar, me pregunto si puede hablarse de un desarrollo de una suerte de economía subterránea de verdad, de una economía "setera".
Pensemos por un momento en el marisqueo o la pesca furtiva, una economía de subsistencia donde más de uno se ha jugado el pellejo y lo ha acabado perdiendo. Detrás de muchas de esas historias hay toxicómanos, desempleados de larga duración, etc. Es toda una tradición en muchas zonas de España.
La cuestión es si es posible que tras el boom de los aficionados a las setas haya algo similar, que más allá de un mayor conocimiento del medio, de una moda, de una actividad relativamente barata para tiempos duros, se encuentre también un apaño económico, unos ingresos en B "escaqueables".
Si un aficionado de hace 20 años ve el panorama actual no se lo creería: la implantación de tasas municipales con fines recaudatorios (amenes de proteccionistas para el vecino y votante de siempre), el desarrollo de aprovechamiento micológicos, los esfuerzos por el cultivo de las variedades más apreciadas, el desarrollo de apps para buscar setas apoyadas en las nuevas tecnologías, conflictos y tensiones entre recolectores, etc...
Algo está cambiando en ese mundo, ¿tiene la crisis algo que ver?
Más información | Calendario de temporada de setas
En El Blog Salmón | La dureza de la economía sumergida representada en un par de calcetines
Imagen | mountainamoeba