La deuda del conjunto de las Administraciones Públicas sigue sin tocar techo. El Banco de España ha publicado hoy los datos de endeudamiento correspondientes al mes de agosto, los cuales dan poco lugar a la discusión: 9.267 millones de euros más de deuda.
Con esta subida, el volumen total de endeudamiento se sitúa en 1,05 millones de euros y el ratio de deuda pública sobre PIB escala hasta el 97,4 %, acercándose peligrosamente al objetivo previsto para el conjunto de 2015, que tras la revisión introducida en los Presupuestos de 2016 se sitúa en el 98,7 % del PIB.
Cuando hablamos de deuda pública siempre hay que tener en cuenta dos variables: primero, la tendencia de la misma. Muy lejos queda ya mediados de 2008, cuando la deuda era de "sólo" 379.400 millones de euros y "apenas" suponía el 34,7 % del PIB. Eso sí que era jugar en la Champions League del endeudamiento. Desde entonces, la tendencia alcista de la misma deja poco lugar a dudas. Cuentan las leyendas élficas de Moncloa que a partir del año próximo empezará a reducirse muy lentamente. Esperemos no se equivoquen.
Segundo, endeudarse implica traer un dinero del futuro que hay que devolver junto con sus correspondientes intereses. Estos intereses son un verdadero lastre para el crecimiento del país. En los Presupuestos de 2016 se estima que pagaremos 33.490 millones de euros en este concepto.
Si sumásemos lo destinado a prestaciones por desempleo y políticas activas de empleo (25.034 millones), el presupuesto completo de Sanidad (4.001 millones) y el de Educación (2.483 millones), nos quedaríamos a unos 2.000 millones de diferencia de esa cantidad. Más datos: 9,7 de cada 100 euros de los PGE son para pagar intereses.
En definitiva, tenemos deuda pública como para no dormir tranquilos. Las consecuencias no sólo las pagaremos nosotros. Bonita herencia para nuestros hijos.
En El Blog Salmón | Los intereses de la deuda pública siguen siendo un lastre en los Presupuestos 2016
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